La Sala de Mayor Riesgo confirmó la sentencia en contra del militar retirado Esteelmer Francisco Reyes Girón y el ex comisionado militar Heriberto Valdez Asij, condenados por cometer abusos sexuales y esclavitud contra un grupo de mujeres mayas, caso conocido como “Sepur Zarco”.
Los abogados defensores presentaron una apelación especial en contra de la sentencia a más de 100 años de prisión, sin embargo la sala rechazó el recurso debido a motivos de forma y fondo, aseguró el Ministerio Público (MP) en un comunicado.
El 26 de febrero del pasado año el Tribunal de Mayor Riesgo A condenó a Esteelmer Francisco Reyes Girón a 120 años de prisión inconmutables por el delito de asesinato y deberes contra la humanidad, mientras que Heriberto Valdez Asij fue condenado a 240 años de cárcel por desaparición forzada y deberes contra la humanidad.
Durante el debate, la Fiscalía de Derechos Humanos logró establecer que ambos participaron en múltiples violaciones a mujeres mayas en el campamento militar Sepur Zarco ubicado en el departamento de Izabal, hechos que ocurrieron entre 1982 y 1983.
Las mujeres fueron víctimas de violencia sexual reiterada, esclavitud, discriminación, tratos denigrantes, la pérdida de bienes materiales y la desaparición y asesinato de sus esposos e hijos; las víctimas fueron obligadas por varios meses a cocinar, hacer tareas de limpieza y lavar la ropa de los militares, quienes constantemente las violaban.
Para sustentar la acusación, la Fiscalía presentó numerosos peritajes de expertos nacionales e internacionales, declaración de 11 víctimas sobrevivientes, así como otras pruebas documentales y científicas.
Una de las víctimas declaró ante el tribunal que en 1982 ella junto a su esposo y dos hijos menores de edad fueron sacados a la fuerza de su vivienda, la cual fue incendiada junto con sus pertenencias, y trasladados al destacamento militar; la víctima fue violada frente a un comisionado militar de nombre Juan Sam, por lo cual resultó embarazada; la mujer perdió al bebé debido a las pesadas tareas que los militares le obligaban a cumplir.
Otra de las sobrevivientes declaró que una noche los soldados llegaron a su residencia e ingresaron de forma violenta, llevándose a su esposo e hijo, éste último sobrevivió a los hechos; ese día los militares la violaron junto a sus dos hijas y posteriormente la obligaron a salir de su casa.
Vía: Cerigua