La Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) denunció la actitud bélica y confrontativa del alcalde de la ciudad capital, Álvaro Arzú, en contra de los medios de comunicación, con lo que nuevamente demuestra su ignorancia sobre el acontecer político nacional, al pasar inadvertido que vivimos en una incipiente democracia, en la que el ejército pasó a ocupar el rol que le corresponde, de acuerdo a la Constitución Política de la República.
El jefe edil participó junto al Presidente Jimmy Morales, en un acto del Ministerio de la Defensa con las Reservas Militares, en el que dijo: “Tendremos que pasar sobre la cabeza de los medios de comunicación negativos y nos vamos a subir las mangas”, lo que constituye una alerta sobre su actitud y comportamiento frente al periodismo guatemalteco.
La APG subrayó que los profesionales de la comunicación tienen, en lugar de un fusil, una pluma que denuncia a aquellos funcionarios que hacen alarde de superioridad ante la ley, sin reconocer que son simples depositarios.
“El señor Álvaro Arzú NO es un ejemplo de cumplimiento y observancia de la ley; son innumerables sus actitudes de prepotencia, como en aquella que mandó a golpear a los vendedores ambulantes y luego se retrajo, en la figura de una broma, o cuando confrontó a un manifestante en un show político de falsa hombría que no hizo sino demostrar su calidad moral y el incumplimiento de la libertad de protesta que garantiza la Constitución.
Otro de los desaguisados del funcionario, que no acepta los comentarios periodísticos, fue decir: “Firmé la paz, pero puedo hacer la guerra”; sin embargo, el mensaje más reciente, durante el inicio de preparación de las Reservas Militares, rebasó los límites de la tolerancia, al amenazar al gremio de periodistas, intentar establecer una nueva era de militarización y de súper poderes, que tuvo el ejército durante el conflicto armado interno.
La APG, como entidad rectora de uno de los más elementales derechos humanos, con la capacidad de expresarse con libertad, sin que sus pensamientos sean restringidos, alza su voz de protesta y condena, por este infortunado discurso y la amenaza directa del señor Álvaro Arzú.
Finalmente, pide a otros organismos nacionales e internacionales de prensa, así como de derechos humanos, a pronunciarse sobre el particular, además de hacer responsable al alcalde de la capital, de cualquier atentado, agresión o asesinato de un periodista.
Vía: Cerigua