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La persistencia del desempleo y la falta de oportunidades de calidad continúan obstaculizando la búsqueda de trabajo decente de los jóvenes, reveló un reciente informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La juventud representa más del 35 por ciento de la población desempleada del mundo en el 2017, de acuerdo con las últimas estimaciones; la tasa de desempleo juvenil reportó un 13 por ciento durante el 2016 y esta cifra subirá este año a un 13.1 por ciento, señala el estudio “Tendencias mundiales del empleo juvenil 2017”.
El informe destaca que la cifra estimada de 70.9 millones de jóvenes desempleados durante el 2017 constituye una mejora sustancial en relación con el nivel más alto de la crisis, de 76.7 millones en el 2009; sin embargo, se prevé que este número aumente en otros 200 mil el próximo año, para llegar a 71.1 millones.
Asimismo, advirtió que durante el 2017 la tasa mundial de participación de las mujeres en la fuerza laboral es de 16.6 por ciento porcentuales inferior a la de los hombres; las tasas de desempleo de las mujeres jóvenes son además significativamente más altas que la de los hombres jóvenes.
En promedio las personas jóvenes son tres veces más propensas a estar desempleadas que los adultos, este número no ha cambiado casi en los pasados diez años, demostrando los grandes desafíos que enfrentan los jóvenes para entrar al mercado laboral, declaró Azita Berar Awad, directora del departamento de empleo de la OIT.
La brecha de género en la tasa de jóvenes que no trabajan, no estudian ni reciben formación es aún más amplia; a nivel mundial, esta tasa es de 34.4 por ciento entre las mujeres jóvenes, frente a 9.8 por ciento entre los hombres jóvenes.
“Tendencias mundiales del empleo juvenil 2017” revela también que un 39 por ciento de los trabajadores jóvenes en el mundo emergente y en desarrollo (160.8 millones de jóvenes) viven en la pobreza extrema o moderada, es decir, con menos de 3.10 dólares al día.
Actualmente, más de dos de cada cinco jóvenes de la población activa están desempleados o son trabajadores pobres, una dramática realidad que tiene un impacto en todas las sociedades del mundo, añade el estudio.
Además, muchos jóvenes dependen de la economía informal como medio de subsistencia; a nivel mundial, tres de cada cuatro mujeres y hombres jóvenes están empleados en la economía informal, frente a tres de cada cinco adultos; en los países en desarrollo, está relación es tan alta como 19 de cada 20 mujeres y hombres jóvenes.
Por consiguiente, destaca el informe, el desafío del empleo juvenil no consiste solo en crear empleos, sino también, e incluso más, en la calidad del trabajo y el empleo decente para los jóvenes.
Vía: Cerigua
