El Consejo del Pueblo Maya (CPO) considera que la actual discusión sobre las Reformas Constitucionales es una gran farsa, porque no es cierto que la justicia radique en las autoridades, sino en la relación entre las personas y consiste en buscar un equilibrio entre todos y todas no solo en la boca y en la cabeza de la autoridad.
El Consejo del Pueblo Maya (CPO) considera que para mejorar la justicia hay que mejorar la vida; los grandes problemas y conflictos en los territorios vienen del hambre, de los malos trabajos, del alto costo de la comida y de la ropa, del robo de las tierras, del robo del agua, del robo de la electricidad, de la corrupción de las grandes empresas que pudren a las municipalidades; si se quiere fortalecer la administración de justicia que se hable y se mejore la justicia social.
El Consejo del Pueblo Maya (CPO) se pregunta
“¿de qué nos sirve que nos reconozcan como autoridades si a los pueblos indígenas nos desconocen como seres humanos?; ¿de qué nos sirven más órganos de justicia en el Estado, si los órganos que ya existen ni llegan a dar salud a nuestras comunidades, ni hablan nuestros idiomas y nos tratan como inferiores?”.
Nuestra autoridad solo es más fuerte si la comunidad vive bien, sin tanto abuso ni racismo; con las reformas no nos reconocen como sujetos de derecho; son reformas mentirosas; lo que quieren es amarrarnos un pie para atar nuestro pensamiento y ponernos en minoría en sus tribunales; quieren que digamos que sí para “chapucear” un Estado del que siempre se nos ha excluido, subraya el Consejo del Pueblo Maya (CPO).
La entidad considera que al llegar otra minera, otra hidroeléctrica o las nuevas agroexportadoras, van a llamar a las autoridades indígenas para negociar a su favor; por eso estas reformas también son una gran trampa de quienes han tenido privilegios y condiciones históricas de dinámicas económicas de explotación, despojo y saqueo de los bienes y territorios de los pueblos.
Para el Consejo del Pueblo Maya, la intención de las reformas es dividir a los pueblos, además de que van a querer manosear las pocas instituciones que los pueblos han conservado por siglos para proteger sus vidas; “¿Acaso han respetado a las comadronas? ¿Acaso han respetado las tierras comunales? ¿Acaso han respetado a las alcaldías indígenas?
Lo que quieren es tener pleno control de los territorios indígenas para administrarlos a favor de los saqueos oligarcas e imperiales, añadió.
El CPO señaló que la peor trampa es que van a llamar a un referéndum para estos “chapuces”, dejando a un lado los verdaderos cambios que necesita la Constitución Política de la República de Guatemala y después ya nadie va a querer cambiarla a profundidad.
Si de verdad se quiere un mejor Estado, ese Estado debe reconocer por fin el derecho de los pueblos a su autonomía, a vivir tal como decidan las comunidades, en plenitud, en paz y en libertad, concluyó el Consejo del Pueblo Maya.
Via: Cerigua